Hoy
nos enterábamos de que dos periodistas españoles fueron secuestrados en Siria. Fueron
capturados por un grupo vinculado a Al Qaeda.
Trataban de abandonar el país, tras dos semanas informando sobre las consecuencias
de la guerra en los civiles de la provincia de Deir Ezzor, Siria.
Estos dos reporteros capturados, Javier Espinosa, corresponsal de EL MUNDO para Oriente Próximo y Ricardo García Vilanova, fotógrafo
'freelance', han sido dos de los periodistas internacionales
que más veces han visitado el país
árabe para denunciar
el sufrimiento de una población que vive al límite de la resistencia.
Si no lo contamos, no existe. Los
corresponsales de guerra arriesgan sus vidas para informarnos, para narrar unos
hechos que no existirían si no nos los contasen.
La
labor humanística de Javier Espinosa
El periodista sobrevivió milagrosamente al bombardeo que
tuvo como objetivo el centro de
prensa donde se encontraba, en el que murieron dos periodistas. Pese a ello, decidió permanecer en el barrio para denunciar la masacre contra la
población civil.
Cuando
se extendió en Siria la voz del secuestro, un activista reconocido decidió intervenir para lograr su liberación. Narra que "tras muchas
negativas, me enfadé y grité: '¿Dónde
estabais todos vosotros durante la caída de Baba Amr? No os vi. En cambio,
Javier sí estaba allí, ayudándonos a evacuar a nuestros heridos"
El
riesgo de informar en Siria
Para
los corresponsales de guerra más veteranos, la cobertura de Siria es como una ruleta
rusa, se necesita mucha suerte para salir vivo de allí o que no te secuestren.
Felipe
Sahagún, miembro del Consejo Editorial del periódico diario EL MUNDO, afirma
que en los 40 años que
lleva dedicándose al periodismo internacional no había conocido un conflicto tan peligroso para los
periodistas como el de Siria. Es el
escenario del mayor número de secuestros en el periodismo moderno, más
que Irak en los 2000 o Líbano en los 80. Desde el comienzo de la guerra en 2011, 60 periodistas, como mínimo, han sido
secuestrados y 110 han sido
asesinados.
Los periodistas ¿de los peores valorados?
Esta
noticia me ha consternado. Pero en seguida he cambiado el chip con 'Zapeando'
de LA SEXTA. Hoy tenía como invitado a El Gran Wyoming. El presentador de 'El Intermedio' ha recordado el resultado
de una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). La encuesta desvelaba
que los periodistas son los profesionales peor valorados, después de los
jueces.
¿Entones esta encuesta nos está diciendo que hemos perdido la credibilidad y que somos dañinos para la democracia?
Esa percepción tiene que ver con los programas de espectáculo que se disfrazan de periodismo y no
lo son; que hacen todo menos periodismo. Las tertulias televisivas
han contribuido al descrédito de los medios.
Pero ¿con esta encuesta estamos clasificando a
ángeles y demonios? En todas las encuestas del mundo sale siempre
que los médicos y profesores son los profesionales más apreciados. Lo son
porque lo que producen son bienes: salud, formación o educación.
Está claro que no todos los periodistas arriesgan
sus vidas para informar o al menos no hasta esos límites. Pero tampoco todos
los periodistas son manipuladores, ni se dedican a la prensa rosa. En el
periodismo, como en cualquier ficción, hay héroes y hay villanos.
Me quedo con las palabras de García Abadillo,
vicerrector de EL MUNDO, que confiesa que ''los periodistas secuestrados
en Siria te hacen sentir orgulloso de ser periodista'.